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Estilismo para bodas

Foto: Enrique Miranda

La primavera es sinónimo de renacer, la naturaleza cambia, así como la forma de vivir de casi todo el mundo. A los  que sí les cambiará, seguro, será a todos aquellos que han planeado casarse este año. El tiempo se echa encima y son tantos los detalles a resolver que parece imposible poder llevarlo a cabo. Sin embargo, os puedo asegurar que lo conseguiréis. Va por mi parte algunos detalles de estilismo para los actores principales del evento, para un ¡Viva los Novios! espectacular.

Lo escribo para ambos, porque me consta que actualmente los chicos también se preocupan por su imagen y por supuesto, más si es su boda. Para lo cual empezamos con el cuestionario que hacemos en el estudio de Asesoría de Imagen, y que os ayudará a centrar los detalles, frente a tantísima oferta como encontraréis en el camino, para la creación de la imagen perfecta.

-¿Cómo es tu personalidad? ¿Eres de l@s que se sienten muy cómod@s, siendo el centro de atención o por el contrario te gusta pasar lo más desapercibido-a posible?

-¿Con qué estilo te sientes más a gusto? Puedes elegir más de uno.

Sofisticado. Clásico. Natural. Romántico. Seductor. Bohemio. Vanguardista. Roquero. Deportivo. Minimalista

-¿Cuáles son tus prendas favoritas?

-¿Son de marca?

-¿Tienes algún diseñador favorito? Aunque no lo uses.

-¿Qué colores prefieres normalmente para vestir?

-¿Usas zapatos con frecuencia o eres más de zapatillas? ¿De qué tipo?

-¿Te gustan las joyas? ¿Cuáles?

-¿Utilizas cosméticos de forma habitual? ¿De qué tipo?

-¿Con que frecuencia vas a la peluquería?

- ¿Te gusta que se note que has ido o prefieres que no?

-¿Eres de compra rápida o meditada?

-¿Como sueles vestir para trabajar, formal o informal?

-¿Tu boda va enfocada más en el plano personal, de amigos y familiares, o tiene un espectro más amplio de compromiso social  y/o profesional?

-¿Te gustaría introducir algún color en tu atuendo de boda o prefieres los tonos tradicionales?

-¿A qué personaje famoso admiras por su forma de vestir?

-¿Qué te gusta resaltar de ti cuando te vistes y qué sueles disimular?

-¿Qué sueles buscar más, la comodidad o el diseño?

-¿Te bronceas con facilidad?

-¿Conoces los colores que armonizan con tu físico, según la compatibilidad cromática con tu piel, tu cabello y tus ojos?

-¿Te cambiarás de ropa en el transcurso de la boda?

Como ves, hay multitud de detalles que importan a la hora de construir una imagen. Para que ésta sea estilosa, tiene que haber una coherencia entre tu forma de sentir y los elementos que vais eligiendo, teniendo siempre claro un hilo conductor, para que todo tenga la impronta del tipo de boda que queréis diseñar. Porque tu imagen y la de tú pareja debería conseguir un perfecto conjunto con el sitio elegido, con el enfoque de diversión que proyectéis para los invitados, con los detalles de la decoración, tanto de la ceremonia como del espacio donde se celebre el ágape. La hora es  importantísima, así como la duración. Si vais a tener un solo look o cambiaréis de ropa durante todo el proceso.

Bueno, podría seguir pero ya me he quedado sin espacio. En cualquier caso, mi último apunte sería no escatiméis en lo esencial si queréis una boda con categoría, recordad que menos es más. Demasiadas cosas, incluyendo la comida, al final se pierden en la memoria. Las principales, una buena imagen, que os va a quedar para la posteridad, y un sitio donde vuestros invitados se lo pasen genial porque, al final, sin lugar a dudas, eso es lo que queda.

Tuesday 03.03.20
Posted by Guest User
 

Las romanas ya se hacían “Balayage”

Acabamos de fundir el primer mes del 2020, a mí me parece un suspiro. Hace apenas dos semanas estaba peinando los premios Forqué y, curiosamente en ese espacio donde mis compañeros y yo trabajábamos los looks que los actores, actrices, productores y demás personajes de la cinematográfica de este país, se me ocurrió que estaría bien hablaros de las tendencias actuales, para que, a la  hora de enfocar nuestro estilo personal y vernos bien en el día a día, sepamos por donde van los tiros en el mundo de la moda este año.

Foto: Kike Miranda

Lo que podemos ver, que las revistas de belleza y moda resaltan, son cortes de pelo que parezcan que no se han tocado, cortados en unas medidas intermedias, como si estuvieran en el proceso de desgaste de un corte crecido. Peinados que no se noten que han pasado por la peluquería, y, sin embargo, tienen una técnica especial para conseguirlos. Maquillajes que realzan los rasgos, sin que se note que vas maquillada. Y  vestirse será un acto de camuflaje, donde la ropa pasa a formar parte de tu personalidad sin protagonismos excesivos. Es decir, una especie de apología de la naturalidad, sin tener muy claro qué quiere de nosotros eso de ser natural.

Me gustaría hacer contigo un pequeño análisis sobre ello. Nacemos, vivimos y morimos eso es sí que es natural, y no quiere decir que el resultado último nos guste, pero, al ser inevitable,  tratamos de que sea lo más tarde posible. Al nacer, traemos unas características físicas que son las que son, y lo natural sería aceptarlas, pero no es así.

 El bajo querría ser más alto, la morena querría ser rubia, el que tiene pelo rizado le encantaría tenerlo liso y a la inversa, y así un largo etcétera que nos ha llevado a idear formas de cambiar nuestra estética personal, para conseguir vernos más guap@s, esto nos lleva también a buscar la fórmula para no envejecer, para tener un cuerpo más atlético o mejor formado, quitarnos pelos corporales que nos resultan antiestéticos, o ponérnoslos si la naturaleza nos deja calv@s y etc.

Para ello, los humanos nos hemos inventado remedios desde antiguo. Civilizaciones antiquísimas empezaron con ello, desde Cleopatra bañándose en leche de burra para preservar su belleza, a la preocupación y estudio del médico griego Hipócrates, sobre su pérdida de cabello allá por el 460 a C., que nos llevó a denominar un tipo de alopecia como calvicie hipocratica.

Las antiguas romanas utilizaban el polvo rojizo de la piedra de cinabrio para colorear sus mejillas. También bañaban sus melenas en agua con gran concentración de sal y las exponían al sol en  terrazas para provocar su oxidación, y, en consecuencia, el aclarado de su tono natural. Vamos, podría decirse que ellas fueron las inventoras del balayage tan de moda en estos momentos.

Así, siglo a siglo, los humanos nos hemos preocupado por inventar soluciones cosméticas a las arrugas, a las canas, a la caída, etc. Hemos desarrollado formas de vestir tan distintas, desde el miriñaque hasta la liberación de los corsés pasando por la minifalda, convirtiendo la necesidad natural de abrigarnos en una  forma de expresión estética para sentirnos bien vestid@s.

Este rápido repaso por la historia nos enseña la necesidad que hemos tenido los humanos desde siempre, para salirnos de nuestra naturaleza para añadir formas más bellas para expresar lo que somos y cómo somos. Por ello yo resaltaría la diferencia entre lo que, en la actualidad,  es tendencia a la naturalidad, traduciéndolo por sencillez, una forma de llevar la ropa, el cabello y la piel sin demasiada elaboración para que no resulten artificiales, lo que implica cuidar el mínimo detalle para que nuestra imagen no parezca descuidada.

A veces se confunde lo natural con dejar de cuidarnos y abandonar los detalles que mejoran nuestra imagen. He de añadir que  en la última década la verdadera tendencia es que no hay una tendencia definitoria, ya que convivimos cada vez más en diversidad con personas de distintos países, procedentes de otras culturas  donde el sentir de lo que es bonito o feo es muy diferente. Los cánones estéticos conviven y se mezclan enriqueciéndonos a todos. Frente a esta diversidad, tú puedes elegir y crear tu propia imagen más auténtica y personalizada. 

Tuesday 02.04.20
Posted by Guest User
 

¡Tengo un día azul!

“El color es luz, sin luz no hay color”. Es una teoría muy básica y además muy cierta.

Ya en otros artículos te he hablado de la importancia del color a la hora de elegir qué ponerte, porqué estamos sujetos a las leyes naturales de nuestra propia escala de color según nuestros tonos de piel,ojos, cabello y cejas. Es decir cómo nos favorecen o desfavorecen, los distintos colores en función de nuestro físico.

Hoy quiero hablarte de su influencia, de cómo los elegimos casi de forma inconsciente a la hora de vestirnos.

En muchas ocasiones descubrirás que pensabas ponerte una ropa, y, sin embargo, abres el armario y sin saber porqué eliges otra totalmente diferente. Pues, probablemente, es porque ese día te sientes verde, o rosa, o tienes un día negro, y es que la psicología de los colores existe.

El color blanco además de pureza trasmite, cercanía, confianza y amplitud de miras. Puedes combinarlo para rebajar la dureza del negro, ya que este, además de considerarse elegante, da sensación de poder, de autoridad, pero también se usa para pasar desapercibido en ocasiones, por ello se elige en situaciones solemnes y como imagen de luto. Combinado con otros colores, les aporta elegancia, pero ¡cuidado con las entrevistas de trabajo! Puede resultar excesivo y distante. Y, en ocasiones, tristes. Asegúrate de combinarlo bien .

El gris es el color de la ponderación , según su nivel de saturación, se verá más elegante, si tiende a oscuro, y si es claro dará una imagen serena y clásica. ¡Cuidado si estás triste! Porque es un color falto de energía.

El marrón es el color de la neutralidad por excelencia, del no arriesgar, es difícil de combinar y que solo favorece a pieles de paleta cromática cálida, ya que, a los tonos fríos, le resta luminosidad. Si te favorece es un color que transmite confianza.

La versión clara del marrón es el beige, su influencia es cálida y serena, y, aunque más combinable, sigue las mismas pautas que su hermano mayor, el marrón, en cuanto a restar luminosidad en pieles amarillentas.

El rojo, además de ser apasionado, trasmite energía, le da fuerza a la mirada, le imprime carácter a la imagen, solo habrá que evitarlo en situaciones que requieran de apaciguamiento y relax.

Su complementario, el verde, es el color de la naturaleza, la ponderación y la salud,suele dar una imagen vibrante y serena a la vez, según si su composición es mas cargada de amarillo o azul. Solo tienes que tener cuidado si tu tono de piel es rosado ya que el verde lo potenciará.

El amarillo además de alegria trasmite positivismo. Al ser un color vibrante puede resultar excesivo para ojos más conservadores. Es ideal para transmitir jovialidad y cercanía. La unión del rojo y amarillo da como resultado el naranja, no en vano se le considera el color de la energía. Su utilización transmite positividad.

Al azul se le considera el color de la serenidad por excelencia, sobre todo en su versión clara, que aporta una imagen de tranquilidad y control. El azul marino da una imagen sobria , aunque un tanto clásica, como curiosidad te diré que es el único color oscuro que no adelgaza la figura.

El violeta es misterioso, sereno y vibrante a la vez, según su composición e intensidad entre el azul y el rojo. Es atractivo y atrevido por lo tanto no apto para todos los públicos. Y por último el color más sereno y divertido a la vez, el rosa, tan identificado con la feminidad y que tanto favorece a los hombres especialmente a los morenos.  Puede transmitir una imagen dulce y aniñada, si es claro, o darte energía y vitalidad en su versión fucsia.

Ya sabes también aquí puedes aplicar el ver las cosas según el color del cristal que acompañe tu ropa cada día. Te has preguntado ¿por qué casi siempre elegimos los mismos colores cuando nos compramos las prendas de vestir? De esto hablaré en otra ocasión. Si quieres saber algo concreto de tu imagen respecto de los colores. Escríbeme ino@inopeluquerias.com .

Thursday 01.02.20
Posted by Guest User
 

Si te cuidas, tu piel estará más bonita

¿Sabías que nuestro mayor órgano del cuerpo es la piel? Es tan sensible y fuerte, a la vez que es digna de tener en cuenta. Hay dos vías de información, que utiliza la piel para decirnos lo que pasa en nuestro cuerpo, que es más digna de tener en cuenta de lo que normalmente hacemos, posiblemente porque no somos muy conscientes de ello. ¡Vamos a verlo!

 Una vía es de adentro hacia afuera, y la otra de afuera hacia adentro. Nuestros sistemas nervioso, circulatorio y hormonal están íntimamente ligados con la piel,  es por ello, que nos transporta tanta información.  Ahora que estamos en pleno invierno, lo primero a lo que reacciona la piel es a la temperatura, es, por decirlo de una manera gráfica, el termostato de nuestro cuerpo, pero, a nivel temperatura, también nos da información desde otra perspectiva, que se deriva de nuestro sistema hormonal, las famosas acaloradas o sofocos, que se producen como reacción a los desniveles que el sistema hormonal detecta, no solo durante la menopausia, también por alteraciones de la glándula tiroides, y/o por medicaciones que involucren ambos sistemas.

 De igual manera el mayor y mejor detector de la salud de nuestro cuerpo es la temperatura corporal. La fiebre nos alerta de las infecciones, y la frialdad de algunas zonas del cuerpo puede ser un síntoma de falta de buen riego sanguíneo. El tono amarillento de la piel también da pistas de desequilibrios hepáticos. Otro ejemplo más saludable es, como al hacer ejercicio, el calor corporal produce enrojecimiento de la piel y sudor para ventilar el cuerpo y eliminar toxinas a través de ella.

 A todo esto, te estarás preguntando el por qué de dar toda esta información en una columna de estilismo y asesoría de imagen. Pues te lo explico. La belleza de la piel pasa por su cuidado y, después de 42 años de profesión, he podido ver que nada ayuda más a cuidarse que saber porqué suceden las cosas, y así atrevernos a ponerle remedio de una forma más clara y eficaz.

 Para ayudar a tener la piel en buen estado hay que conocerla bien. La flacidez, la piel de naranja y la falta de luminosidad suelen ser consecuencia  no solo de la edad, los malos hábitos alimenticios, la falta de ejercicio, los excesos de medicación, de alcohol y tabaco, sino también demasiada exposición al sol, o al aíre frío del invierno, que producen estrés en la piel alterando su equilibrio.

 Consejos : Una buena circulación sanguínea aporta oxigenación y nutrientes, es por ello muy conveniente tener buenos hábitos de vida saludable, algo que ya sabemos todos, imagino que no te descubro nada que no sepas, pero, como no siempre ocurre, cuando notemos que nuestra piel no tiene luminosidad, y parece como sin vida, puedes ayudarla desde fuera. Una buena limpieza y exfoliación desintoxicará una piel colapsada de impurezas, junto a la electro estimulación con masajes adecuados (hay una gran diversidad de tratamientos en estética profesional), contribuyen a un mejor aporte sanguíneo y mayor tensión en la zona de piel tratada.

 Y por otra parte, la constancia en tratar la piel a diario siempre te va a ayudar a tener más luminosidad y una menor tendencia a la flacidez, y a que la inevitable aparición de arrugas sea más leve y tardía. Así que, ahora, con los fríos mañaneros no salgas sin protegerla. Y recuerda si te cuidas, tu piel estará más bonita.

Monday 12.02.19
Posted by Guest User
 

Para ti, chica y chico “curly”,  o de cabello rizado

A lo largo de mi vida profesional, he podido comprobar la relación de amor-odio que las personas con cabello rizado tenían y tienen con su pelo. La búsqueda de soluciones pasaba, y sigue pasando en muchos casos, por peinarse alisando el cabello con secadores o planchas, lo que supone una limitación y un engorro en su vida cotidiana para llevar la imagen deseada, y, al mismo tiempo, poder hacer deporte o cualquier otra actividad, incluso ducharse  sin estropear el peinado liso.

 Esto supone, en muchos casos, optar por alisados, como el japonés o como el brasileño, a base de tioglicolatos y los tratamientos de queratinas, que también tenían como objetivo conseguir el alisado a base de formol o derivados, que transforman el interior de la fibra, reduciendo los puentes de sulfuros, que constituyen la columna vertebral de cada cabello, consiguiendo un alisado de forma permanente.

 Tantas transformaciones tienen sus consecuencias negativas en el cabello, además del cansancio y, a veces, la desesperación de quienes ven en su cabello rizado un problema.

 Durante todo el tiempo que llevo ejerciendo como peluquera, he aconsejado a mis clientes con este tipo de cabello que aprendieran a cuidarlo, conociendo mejor sus carencias, pero también sus posibilidades estéticas así como sacar partido a su imagen de chic@ de pelo rizado, liberándose de la esclavitud de entender que el “peinado perfecto” es liso.

 Es por ello que me parece fantástico que, actualmente, haya aparecido un movimiento de chicas “curly”, abanderando lo que para mí ha sido siempre obvio, aprender a conciliarse con su imagen, y que su rizo sea bonito, flexible y con efecto muelle.

 Para ello, hay que conocer bien cómo tratarlo adecuadamente según el tipo de rizo, grosor, nivel de encrespamiento y peso. Cada tipo de rizo necesita un buen diagnóstico, tanto para enfocar la  manera de cuidarlo, cómo peinarlo y, sobretodo, cómo cortarlo para tener una forma bonita, con un reparto equilibrado del rizo y la técnica adecuada para evitar un mayor frisado.

 Los cabellos rizados aunque pueden parecer fuertes a simple vista, por su apariencia de volumen potente, son muy  vulnerables, porque son bastante secos en su mayoría. Esta falta de lípidos y agua desequilibra su naturaleza, restándoles flexibilidad y peso, y, como consecuencia, las escamas de la cutícula, que es la superficie protectora del cabello, se levantan produciendo un rozamiento entre ellos, deteriorándolos.

 Por eso, mi mayor recomendación ha sido siempre  nutrir e hidratar  los cabellos rizados con eficacia, con champús y mascarillas de calidad que penetren dentro de la fibra alimentándolo, quedándose dentro, aportando la flexibilidad, y el peso que necesita, de una forma real.

 También con perseverancia, ya que el cabello será seco siempre, porque esa es su naturaleza y nace con esa necesidad de nutrientes y agua. Hay que ser conscientes de ello y asumir que hay que tratarlo siempre desde esa realidad, para conseguir una continuidad en el resultado a largo plazo.

 El mercado ofrece tantas posibilidades, entre ellas los productos milagros, que mi siguiente recomendación sería ponerse en manos de profesionales cualificados, honestos y comprometidos para conseguir un buen consejo profesional, una buena hoja de ruta personalizada donde llevar cada rizo a su mejor y más bonita expresión.

Foto: Tanino Therapy

Tuesday 11.05.19
Posted by Guest User
 

Verdadero o falso, desmontando mitos

Hay muchas creencias o mitos sobre el cabello, que no siempre son ciertas os voy a desvelar algunas de ellas, en torno a la gran preocupación que supone la pérdida de cabello

 “En otoño se cae más el pelo”

Lo primero que tenemos que valorar es que el periodo de vida del cabello está ligado al proceso vital del ser humano. En verano estamos más activos, recibimos más estímulos, lo que influye en la vida de nuestras células que están activas, el ciclo vital del cabello se acelera y, los que están en la fase última de vida, precipitan su caída para dar lugar al nuevo que saldrá en su lugar (esto siempre valorado desde la perspectiva de un cabello sano en una persona sana).

 “Si mi padre es calvo, yo también lo seré”

No necesariamente, la genética tiene leyes que se nos escapan a los comunes mortales, la realidad es que no tienes que heredar las características de tu padre, pueden ser las de tu madre o las de los abuelos, de una u otra rama.

 “Las canas son una señal de que no se te va a caer el pelo”

No siempre. Hay un patrón físico de personas con cabellos gruesos, a las que las canas aparecen a una edad temprana, y la caída no les afecta, esto no quiere decir que el cabello no se caiga cuando le toca, lo que sí ocurre es que vuelve a salir con vitalidad, no se debilita produciendo calvicie.

 “El pelo largo se cae más que el corto”

 La vida del cabello depende de su salud a nivel celular, el largo no es un factor que influya en la caída de un cabello sano, lo qué ocurre es que es más evidente, al ser largo lo vemos más.

 “El pelo fino se cae más que el grueso”

Hay dos tipos de cabellos finos, los que lo son por naturaleza, como ser delgado o grueso, y los que lo son por afinamiento de la fibra capilar en un proceso de debilitamiento por alguna patología. Estos son más sensibles a la caída, pero un cabello fino y sano no tiene por qué caerse; a su vez, uno grueso con problemas de salud, tenderá a caerse de igual manera. En definitiva, es la salud y no el grosor lo qué condiciona que se caiga más o menos.

 “Llevar el pelo recogido muy a menudo hace que se caiga más”

En principio no tendría porque ser así, pero aquí tenemos que valorar tres cosas principales. Uno, cuál es la naturaleza de ese cabello, es decir si es sano o debilitado. Dos, en qué condiciones se recoge, si limpio o con excesos de grasa, mojado o seco.  Tres, cuál es el nivel de presión sobre las raíces, y el tiempo continuo que mantiene el cabello sin movilidad. Todo ello a valorar con dos factores principales en la vida del cabello, la oxigenación y el aporte de vida que le proporciona la sangre, que le llega al folículo. (Un ejemplo. Si dejamos un brazo durante mucho tiempo en una posición, lo más probable es que te cueste moverlo porque está como dormido por la falta de aporte sanguíneo, y por el atrapamiento de los nervios. Pues el cabello también es un órgano y le pasa lo mismo).

 “El estilo de vida influye en la caída del cabello”

Está demostrado que una alimentación inadecuada, un nivel alto de estrés y los impactos emocionales, pueden afectar al cabello produciendo caídas de distinta consideración.

 “Tomar vitaminas ayuda a que se caiga menos el pelo”

Si la caída es producida por alguna carencia alimenticia, un aporte de vitaminas puede ayudar en la recuperación.

 “El cuidado que le des al cabello influye en que se caiga más o menos”

Si no cuidamos el cabello y lo  sometemos a transformaciones agresivas, podemos dañar la fibra capilar debilitando su estructura.

 “Los productos para caída del cabello no funcionan”

Los productos para la caída que tienen la formulación adecuada para estimular la vida del folículo,   claro que funcionan en casos de alopecias estacionales, y alopecias difusas. En problemas de tipo hormonal u otros más complejos por falta de salud, pueden ayudar en el mantenimiento y mejor recuperación del cabello, siempre que la persona supere esa situación.

Wednesday 10.02.19
Posted by Guest User
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Trucos para sacar el mejor partido a nuestra imagen

Si en el artículo anterior di un buen repaso a las distintas formas de cuerpos, con el afán de conocernos mejor y aprovechar los trucos para sacar un mejor partido a nuestra imagen, hoy hablaré de una tendencia muy actual como es la de aceptarse como se es y sacar partido a nuestras particularidades. Shakira y Jennifer López son un ejemplo de ello, poniendo en valor la descompensación entre el volumen de sus traseros y sus pechos pequeños, negándose a cambiarlo con cirugía, haciendo de ello su seña de identidad.

Hay características muy comunes en las variadas siluetas humanas, que podrían reseñarse como puntos fuertes y sacarles un gran partido tal como preconizan las nuevas tendencias estéticas de este siglo. Vamos a echarles un vistazo, para ver cómo podemos potenciar esas señas de identidad.

Pecho voluminoso. Insinuarlo de forma elegante, evitando volantes o flecos.

Los escotes en V y los tirantes anchos son sus aliados.

 Pecho pequeño. Se pueden permitir el lujo de no usar sujetador, luciendo los favorecedores grandes escotes en la espalda. Los vestidos palabra de honor y los tops y bikinis tipo bandeau son muy acertados.

 Barriguita.  Los pantalones de talle alto la enmarcan, alargando la figura. E igualmente, los vestidos sueltos desde el pecho, corte imperio, no ciñen; y, si el tejido tiene peso, será muy favorecedor.

 Piernas atléticas. Conviene no ceñirlas excesivamente (cuidado con los leggings), los jeans boyfriend son perfectos para ellas; también los jerséis largos y camisas que funcionan como vestidos, y los shorts de talle alto; las medias negras y los tacones (mejor que cuñas) son recomendables.

 Espalda ancha. Ceñir la cintura, llevando una falda de volumen generoso, la equilibra. Los escotes en V, la estiliza, así como collares largos y pañuelos tipo foulard.

 Trasero voluminoso. Pantalones y faldas de corte recto, ajustados a las caderas, lo realzarán sin exagerarlo. Hay que evitar los de tipo ancho que exageraría su volumen

 Trasero reducido. Faldas con vuelo, plisadas, con tejidos voluminosos, con volantes desde las caderas, pantalones anchos, estampados vistosos y bolsillos grandes de parche. Pantalones cortos tipo shorts.

 Gran altura.  No hay que disimularla y renunciar a los tacones para ello; existen los zapatos mules o los salones para poder disfrutarlos. Y también permiten lucir las botas de caña, las faldas midi con silueta A y los maxivestidos mejor que nadie.

 Baja altura.

Los pantalones y faldas, siempre de talle alto; las minifaldas, siempre con tacones o cuñas; las bailarinas, con pantalones pitillo o leggings; hay que usar calzado con punta que enseñe el empeine y los tobillos. Los abrigos largos y las gabardinas favorecen más si se ciñen a la cintura; Por último, evitar el uso de sombreros de ala ancha.

 Cómo puedes ver hay soluciones muy variadas para sacar lo mejor de nuestra imagen en sintonía con nuestra figura y sin complejos. Es una de las mejores lecciones que he aprendido de mis profesores de Condé Nast College, del Diploma Vogue Personal Shopper, a los que agradezco desde esta página sus enseñanzas.

 Ya tienes armas para enfrentarte a la temporada de otoño que empieza. Feliz comienzo.

 

Monday 09.02.19
Posted by Guest User
 
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