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El equilibrio de las proporciones

El equilibrio de las proporciones ha sido, y sigue siendo, el parámetro en el que se basa la belleza. Hablar de lo que es bonito o feo es una cuestión peliaguda, en la que no voy a entrar, ya que cada cual tenemos nuestro propio concepto y por él nos regimos. Mi objetivo es simplemente aportar los datos suficientes que ayuden a un mejor conocimiento de la silueta, para conseguir una buena armonía a la hora de elegir vestuario y complementos, y así poner en valor nuestro físico, sea el que sea.

Los estudios sobre morfología corporal nos presentan cinco tipos de cuerpos, tanto masculinos como femeninos, en los que se tienen de punto de referencia los hombros, las caderas, el pecho, la cintura y las piernas. Para comprobar cuál es el tuyo, ponte delante de un espejo y observa el alineamiento entre los hombros y las caderas.

El oval o circular: Desde los hombros hasta las caderas, el cuerpo tiene tendencia a redondearse, no a estrecharse; las piernas suelen ser más finas y alargadas en proporción al busto, que es de mayor tamaño. Esto último puede ser al contrario, se pueden tener unas piernas muy fortalecidas, que se compensen a la perfección con el busto. El torso del hombre es redondeado, no recto; las piernas y los brazos suelen ser delgados en proporción.

En esta figura, lo recomendable son prendas sueltas, vestidos de corte imperio y caída recta, pantalones rectos de talle alto, las rayas verticales y los estampados pequeños y de colores discretos. Los pantalones y camisas de los hombres serán de corte recto evitando camisetas ceñidas.

El rectangular: Desde los hombros hasta las caderas, las líneas son más bien rectas, sin que la cintura se marque; generalmente, las mujeres con este cuerpo suelen ser muy delgadas y con poco pecho. En la figura masculina, los hombros, la cintura y la cadera están alineados, lo que suele dar más sensación de esbeltez o altura.

Se recomienda,  usar prendas anchas para disimular la falta de cintura o siluetas como la peplum, para dar forma a la cintura inexistente En la parte superior, prendas no demasiado entalladas o adornadas a la altura de los hombros; en la inferior, sin embargo, conviene usar a slim. En el caso de los hombres, se recomiendan las camisas de corte sencillo y el uso de las rayas horizontales.

El triángulo: En las mujeres, es el caso de los cuerpos que tienen la espalda y los hombros estrechos en comparación con las caderas; la cintura está más o menos definida y las piernas suelen ser voluminosas. En los hombres, la espalda y los hombros son estrechos, mientras que las caderas son anchas sobre unas piernas delgadas.

Para compensar  la estrechez de hombros y espalda, conviene usar prendas superiores con solapas grandes, con hombreras, con escotes llamativos o con adornos como lazos de cuello, pecheras o mangas globo. Las caderas no deben marcarse y los pantalones adecuados serían los de corte recto, así como las faldas de tubo. En el caso de los hombres, deben evitar las camisetas y usar más camisas estructuradas que les aporten volumen en la parte superior.

El triángulo invertido: En la figura femenina, los hombros y la espalda son más anchos que las caderas; esto implica que el busto y los brazos sean de tipo atlético, y que las piernas tiendan a ser más delgadas. De nuevo, esto último puede no ser así y estar ante un conjunto más compensado.

En la figura masculina, los hombros y la espalda son muy anchos, así como los brazos y el pecho; la cintura y las caderas son estrechas.

Conviene evitar los tirantes y el escote palabra de honor que hacen resaltar los hombros y espalda. Las mangas anchas y escotes en V serán más favorecedores. Los cinturones o fajines  definen la cintura, y, en la parte inferior, pueden lucirse pantalones y faldas anchos o con vuelo. En el caso de los hombres, se recomiendan las americanas y jerséis anchos y largos, así como los pantalones sin pinzas; tampoco convienen prendas de abrigo con hombreras.

El trapecio o reloj de arena: Este tipo de cuerpo presenta una cintura más estrecha y marcada en comparación con los hombros y las caderas, lo que deja ver unas curvas corporales muy definidas. Tradicionalmente es una silueta muy valorada porque resulta muy agradable a la vista.

En los hombres, el pecho es de mediano tamaño, los hombros son voluminosos y tanto la cintura como las caderas se alinean con él. Utilizar prendas entalladas en la cintura es siempre un acierto, porque ayuda a definir la figura. Tanto en la parte superior como en la inferior se pueden usar todo tipo de prendas. En el caso de los hombres, se pueden permitir prendas más slim tanto arriba como abajo, sin que resulten de mal gusto.

 Hasta aquí el capítulo de este mes, en el próximo te desvelaré más datos sobre cómo armonizar las distintas características de la figura, que he descubierto en mi interesante curso de Personal Shopper de #Vogue. Felices vacaciones.

Sunday 08.04.19
Posted by Guest User
 

Maneras de mirarse en el espejo

Ponerse delante de un espejo es terriblemente atractivo para algunas personas y terrorífico para otras muchas. Y te aseguro que no tiene nada que ver con ser más agraciad@ físicamente o menos.

La opinión que cada persona tiene de sí misma depende de sus vivencias. Desde que tenemos uso de razón nos vamos sintiendo influenciados por las relaciones con los que nos rodean, cómo somos queridos o no y cómo somos aceptados o no. Hay personas  qué tienen más importancia en nuestras vidas y nos hacen de espejo en nuestro desarrollo,  por lo que según de quien vengan las opiniones sobre nuestro físico y nuestra conducta, nos ayudará o no a sentirnos más a gusto o menos con lo que somos y con el aspecto que la naturaleza nos ha dado. Es lo que se llama tener buena o mala autoestima.

 Hay profesiones como la mía que te mantiene constantemente delante de un espejo. Eso me ha dado la oportunidad de ver la influencia que éste tiene en nuestra vida, es decir, cómo nos relacionamos con nuestra imagen.

 Que hay personas guapas, incluso muy guapas, esas a las que la naturaleza les ha otorgado un equilibrio en sus facciones y en sus formas que son innegables y reconocidas por todos, estas personas no han hecho nada para merecer esto. Igualmente, aquellas otras que no hemos recibido esa generosidad por parte de la madre naturaleza, tampoco hemos hecho nada para no ser tan agraciados. Pero, curiosamente, ni los guap@s siempre se ven así, ni l@s menos guap@s dejan de verse ‘divin@s’.

 Cierto es que no pasa en todos los casos, y que hay muchas personas que, objetivamente y en su yo más profundo, saben sus limitaciones como igualmente  otras valoran su potencial de belleza,  pero lo que me gustaría resaltar, precisamente, es la importancia de relacionarnos bien con nuestro yo interior para querernos lo suficiente como para cuidar lo que tenemos a favor o en contra y sacarnos el mejor partido.

 En definitiva, cuando unos y otros nos enfrentamos al espejo, la mirada que éste os devuelve va a depender del concepto que tengamos de nosotros mismos y del momento de nuestra vida.¿En qué actitud de las siguientes te reconoces tú?:

 1.Voy “sobrad@”, estoy estupend@, como me miran!!!!

 2. ¡Madre mía, no sé cómo pueden decir que soy guap@, con esta nariz, estos granos, estos pelos de hambre!!!!

 3. ¡Bueno, estos kilitos me hacen más sexy!

 4. ¡¡Con el pelazo que yo tenía!!

 5. ¡Uff, otra vez con la dieta!

 6. Qué bien me sienta mi gimnasio. Además noto que mi cuerpo se ha moldeado a pesar de mis años.

7. ¡Qué cantidad de canas tengo!

 8. ¡Bueno, pues me compro una talla más, y ya está!

 Podría seguir describiendo formas de verse y de mirarse, unas con autocomplacencia, otras con autoengaño, algunas con objetividad, pero todas con la necesidad de verse bien.

 Bien, pues esa es la buena noticia, que todo es mejorable si ponemos empeño en querer vernos bien, podemos hacerlo y el primer paso para avanzar en ese sentido es ponernos desnudos frente al espejo y asumir lo inevitable. Y el segundo paso sería colocarnos vestidos frente al espejo y pensar en una imagen de ti mism@ que te gustaría, decidir  con qué te ves mejor, qué te favorece y con cuáles de las cosas que tienes ya no te gustas. Porque en el próximo artículo vamos a jugar a cambiar lo que no nos gusta. Haré un repaso por los distintos prototipos físicos y daré unas pautas para potenciar los puntos fuertes y matizar los menos fuertes.

 Si quieres, puedes preguntarme a ino@inopeluquerias.com lo que te gustaría disimular o potenciar y te contestaré encantada.

  

Wednesday 07.03.19
Posted by Guest User
 

De los 50 y más allá......

Una amiga me envió esta semana un artículo que sabía que me podía interesar, y tenía razón. Hablaba de que los 50 años son los nuevos 20 para ser emprendedores de éxito, y ponían como cualidades la perseverancia, la experiencia y los contactos adquiridos a lo largo de su vida. Al leerlo, y coincidiendo con el 5º Aniversario de la revista en la que colaboro “Ayer y Hoy”, me asalta la idea de la rapidez con la que se pasan los años.

 Empiezas una andadura de vida tras la adolescencia, que es cuando comenzamos a ser conscientes de nosotros mismos, con muchos  deseos, planes y objetivos de vida; con muchas ganas de cambiar cosas a la vez que inseguridades. Creemos saber quiénes somos, cuando en realidad nos estamos construyendo a nosotros mismos. En la mayoría  de los casos, no todos, elegimos el mismo tipo de ropa, de peinado, de maquillaje, etc, y vamos iguales que la mayoría porque nos da la seguridad de no equivocarnos, y de ser admitidos por esa sociedad necesaria para la supervivencia tanto física y económica como psíquica.

 Los seres humanos necesitamos relacionarnos y sentir que somos aceptados para nuestra supervivencia y equilibrio emocional. Damos pasos, tomamos decisiones, construimos una forma de vida, nos enamoramos, aprendemos a crear una familia o decidimos no hacerlo, nos posicionamos en el mundo laboral con nuestra preparación o no, con nuestras ambiciones o no, y un largo etcétera.

 Y de repente, te miras al espejo y descubres cosas que antes no tenías, canas, falta de pelo,

zonas donde la ley de la gravedad se manifiesta poquito a poco, un rostro arado con los surcos de la edad, un cuerpo que va contando la historia de esfuerzos pasados, de victorias vividas, de sabores disfrutados, de ropa que ya no te pones, definitivamente ¡has pasado de los 30 a los 50 en un tris tras!

 Pero que no cunda el pánico, hay estudios que hablan de la curva de la felicidad y aseguran que, a partir de los 50 años, la sensación de felicidad aumenta y es lo normal, tras el lógico desconcierto de las cosas que te vas descubriendo y no te gustan, empiezas a tomar  consciencia del momento  de tu vida en el que te encuentras, y todo, lo que vivas de aquí para adelante, se convierte en una oportunidad, momentos que merecen ser vividos.

 Y si la salud no te ha dado un aviso, te lo da el espejo, así que empiezas a cuidarte. Te apuntas al gimnasio, vas al dentista, decides un cambio de estilo en tu forma de arreglarte, algo más dinámico que te quite años y te dé seguridad. A esto se une que te conoces más y mejor. A la falta de hormonas, le pones experiencia y libertad sexual, mejor comunicación de lo que te gusta y lo que no. Los niños ya son grandes y tienes más tiempo, aprovecha para hacer lo que tenías aparcado y te gustaría. Y, sobre todo, te quieres más y mejor porque a estas alturas de la película has aprendido que, en la vida, todo  pasa, y lo que vivas ahora es lo importante. Y lo que es mejor, has aprendido a decir NO, a no comulgar con ruedas de molino.

 Afortunadamente la sociedad occidental en la que vivimos nos da muchas oportunidades, físicas, culturales, turísticas, estéticas, sociales, informáticas, científicas, etc, para desarrollar nuestra valía,  imaginación y ganas de vivir.

 Como bien decía el artículo de mi amiga, los 50 son como los 20 de antes, pero con la experiencia de lo vivido. Por poner un ejemplo cercano para aquellos que no me conocéis, llevo 40 años como profesional de peluquería y estilismo, 20 como asesora de imagen y colaboradora en editoriales de moda, y actualmente estoy desarrollando el curso de Personal Shopper de la revista Vogue, porque el mundo de la moda me encanta y he decidido que a mis 57 años es un momento estupendo para hacerlo. ¿Te apuntas a lo que te apetezca hacer? Quizá es el momento.

Sunday 06.02.19
Posted by Guest User
 

"Influencers", sí, desde el conocimiento y sin engaños

En este artículo me gustaría invitarte a reflexionar conmigo sobre el mundo de la moda. Pasear por cualquier zona comercial de la mayoría de las ciudades del mundo se ha convertido en ver repeticiones de una misma puesta en escena, espacios clónicos que restan personalidad propia al centro de las ciudades.

Últimamente he pasado por tres aeropuertos: Madrid, Oporto y París. En todos ellos ocurre exactamente igual, que lo que describo de las ciudades, tienen tiendas clónicas, bueno exceptuando la artesanía y los dulces populares de cada sitio. El resto es idéntico, incluso los espacios de restauración.

Museo Manolo Blahnik

 

En mis vacaciones de Semana Santa descubrí, en un mercadillo de venta ambulante, puestos de personas creativas que, como en un golpe de aire fresco, vendían creaciones propias y !únicas! Con bastante calidad en la hechura y a precios razonables. Pero esa realidad suele ser excepcional.

 Mi primera cuestión es ¿hasta qué punto nos influye esa uniformidad? ¿Nos estimula la búsqueda de la singularidad y la personalización, o nos acomoda en la certeza de ser como los demás y así no equivocarnos?

 Y, hablando de lo que nos influye, es un hecho que, especialmente en el mundo de la moda y la cosmética, el papel de los “influencers” ha cobrado un protagonismo que da vértigo. Personajes, que se hacen famosos por retransmitir su vida personal, se convierten en prescriptores internacionales de productos, de ropa,  zapatillas, barras de labios, mascarillas, incluso cambiando cánones estéticos aceptados hasta el momento. Hay también micro-influencers que tienen un ámbito más pequeño y cercano.

Museo Manolo Blahnik

 La segunda cuestión es ¿por qué necesitamos tanto esas opiniones de personas que no conocemos y no sabemos a ciencia cierta si sus gustos son reales o impuestos por las marcas que en muchos casos los financian? Y la tercera y última cuestión sería, ante tanto, llevarnos de la mano de los “influencers” hacia donde los poderes económicos del mundo de la moda quieren. ¿Es posible que estén despertando en algunas personas una suerte de rebeldía frente a la uniformidad y la despersonalización? Yo brindo por esa opción, influencia sí, por que no. Pero desde el conocimiento y sin engaños.

Si quieres preguntarme sobre algo que te interese para tu pelo, mi correo es ino@inopeluquerias.com .

Thursday 05.02.19
Posted by Guest User
 

Novias de colores

Programas tu boda. Desde el momento del compromiso empieza un cúmulo de preguntas sin respuestas, se abre un escenario de incertidumbres con innumerables frentes abiertos y empieza una búsqueda ilusionante para organizar todos los detalles. No quieres que se escape nada y además quieres que tú boda sea el fiel reflejo de vosotros dos.  Esa es la mayor preocupación de los contrayentes, “que la boda sea mía” dicen.


Una vez decidido el tipo de ceremonia hay que buscar sitio, que estará condicionado por la fecha, según el nivel de ocupación. Ahí empieza la primera clave que va a definir el tipo de boda que quieres. Por ejemplo, ortodoxa ligada a la tradición; otra más abierta a novedades; de tipo campestre; más aristocrático,  más informal, o, por ejemplo, ¿por qué no una boda temática?

 Tener claro el enfoque os va a ayudar con todos los detalles que necesitas para tu boda perfecta. La moda actual es vivir y disfrutar de la boda antes, durante y después. Los novios hacen preparativos con detalles muy personales, incluso elaborados por ellos mismos. La personalización es la palabra clave en las bodas actuales.

 Ofrecer experiencias a los invitados se ha convertido en un objetivo por parte de los novios, como característica principal de esa  boda soñada, lo que está propiciando la figura de los “wedding planner”, profesionales expertos en organizar eventos, para poder encontrar ese espacio único que dé un efecto sorpresa inesperado, ese vestido de novia diferente, un menú que rompa con la tradición de un plato tras otro, cuando ya estamos saciados con el cóctel.

 Pero, cuidado, ésta es una profesión  muy nueva que está dando cabida a mucho intrusismo de personas que se venden como tal, sin tener la formación adecuada. Para organizar bien un evento especial, y muy cuidado en todos los detalles que suponen una boda, se necesita creatividad, buen gusto, conocimientos de psicología social, protocolo, estar bien relacionado con empresas muy diversas de las distintas áreas que componen una boda, desde espacios atractivos donde celebrar, floristerías, estilismos de moda, estética y peluquería, música y actuaciones diversas, medios de transporte, alojamientos y un largo etcétera para dar respuesta a novios cada vez más exigentes.

El sentido de boda tradicional se ha quedado un tanto parado, para dar paso a que los novios cobren el máximo protagonismo y diseñen su boda según la personalidad de ambos. Los “milennians” quieren recrear en su boda las experiencias de vida de sus viajes, sus Erasmus, que, por cierto, en muchos casos crean parejas de distintas culturas, países y creencias, lo que da una diversidad muy enriquecedora e interesante para los invitados que participan de este intercambio de costumbres diferentes.

 

En suma, hacer de tu boda un momento único, diferente donde no dejen de pasar cosas desde el comienzo al final de la fiesta, es el objetivo, y, para ello, lo ideal es que la imagen de los novios se corresponda con el escenario creado.

 Novios más juveniles, más cómodos pero, a su vez, más estilosos y personales, con una imagen atractiva y auténtica, esa es mi visión de lo que hoy debería ser la imagen adecuada a esa boda especial soñada. Si quieres más sugerencias sobre el tema mi correo es ino@inopeluquerias.com

Foto: Vera Wang

Tuesday 04.02.19
Posted by Guest User
 

40 años de ¡vivir por los pelos!

Me vas a permitir presumir de una de las profesiones más bonitas del mundo, al menos yo tengo la suerte de sentirlo así, y esto me ha permitido trabajarla, vivirla y seguir disfrutando de ella desde que tenía trece años, pero no temas no voy a contarte mi vida. Aunque sí quiero descubrirte una parte de la historia de la peluquería que no es ni más ni menos que un repaso a la evolución del mundo de la estética y la belleza, desde los años 80 hasta nuestros días,y según la edad que tengas habrá detalles que te sonarán o te sorprenderán.

 Ha llovido mucho desde entonces y toneladas de laca han sido utilizadas para no despeinarse.

Sí, #lalacaalpoder, sería el hashtag de las mujeres entre los años 80-90, si por entonces hubiesen tenido Instagram, porque los peinados eran pura arquitectura, creada a base de rulos y sostenidas en el aire a través del cardado y laca a mansalva.

 

El ritual de ir a la peluquería el viernes para estar #peinadas se podría decir que era casi un momento entre “club social “y “terapia zen “. La peluquería servía para ponerse al día con lo que pasaba en el pueblo, o en el barrio de la ciudad. También para compartir las preocupaciones o las alegrías con las asiduas, o en “petit comité” con la peluquera que, como siempre se ha dicho, ejercíamos de psicólogos de cabecera, es decir de escuchantes de un desahogo necesario.

 

 La realidad de entonces, a nivel estético, eran peinados donde el volumen era la clave. Para conseguirlo, además de los rulos, los cardados y la laca, los rizos  permanentes y moldeados fueron las estrellas de la época, incluido lo que fue un boom de moda, el famoso Richi, una técnica  de rizo permanentado de diámetro muy pequeño semejante al pelo africano y que, en sus distintas variantes, se llegó a llamar “pelo frito”. Si lo buscas te sorprenderá si no eres de aquella época.

 

Los salones de peluquería con sus secadores de casco, para entrar la cabeza en él con el montaje de rulos; su fuerte olor a líquido de permanente y tintes muy básicos, donde el color estrella era el de las mechas super blancas como alternativa a los cabellos “amarillo pollo”, que se decía entonces, para las morenas que querían ser rubias.

 

No olvidemos que las españolas tenemos, en su mayoría, el cabello oscuro, y conseguir un rubio claro bonito era difícil con los medios técnicos de entonces. Como digo, ese retrato de peluquería fue dando paso a profesionales preocupados e implicados en la búsqueda de técnicas que permitieran  estéticas  menos elaboradas, cabellos con volúmenes y movimiento más naturales.

 

Pasamos al protagonismo del secador de mano y corte de pelo, como figura principal, para conseguir la forma más fluida y natural, que dio pie a la peluquería moderna que conocemos hoy, y que fue el fruto del estudio del corte como si de un patronaje se tratara, que permite adaptar los planos de las distintas zonas de la cabeza a las longitudes adecuadas que componen el efecto global de la forma del cabello que queremos conseguir, según su naturaleza: liso, rizado, ondulado, fosco etc. O su densidad y grosor. Esto fue gracias a la búsqueda de peluqueros que queríamos en aquellos tiempos romper con esa estética encorsetada y poco práctica, para adaptarla al avance social de mujeres que empezaban a moverse de otra manera, con trabajos fuera de casa, practicando deporte y actividades sociales más activas.

 Los salones de peluquería fueron cambiando sus cerrados espacios para dar paso a cristaleras abiertas a la calle, con precios, horarios y todo tipo de información a la vista del cliente.

 Hoy en día somos herederos de esa evolución, sumando además el avance de técnicas en investigación de productos cada día más avanzados, y mucha más tecnología en las herramientas,lo que nos ayuda a mejorar resultados. Todo esto requiere de profesionales muy preparados que sepan adaptar tanto avance sin perder de vista la esencia de la profesión de peluquería, que es dar una respuesta cercana, sin perder la cercanía de lo que el cliente busca.

 En suma, estamos en la nueva era de salones que tienen que trascender el servicio para convertirlo en una experiencia personal de belleza muy grato.Lo reitero. Es una profesión preciosa, que transforma y se transforma.

 

Wednesday 03.06.19
Posted by Guest User
 

El futuro se viste de ecológico

¿Te imaginas vestirte con posos de café, con algas invasoras, o con el plástico que le hace daño a los océanos? Pues esto ya es una realidad. Hoy te propongo analizar el futuro de la moda.  El cambio climático nos está haciendo ver que maltratar la naturaleza tiene un precio importante en nuestra vida.

 Podemos ver en el telediario, o lo que es peor sentir, que alguien cercano, o incluso nosotros mismos, sufrimos las consecuencias de grandes inundaciones o temporales de efectos desproporcionados. Cada vez más, al sentirnos amenazados, nos planteamos qué podemos hacer para cambiar el curso de esta realidad.

 Las tiendas nos cobran las bolsas de plástico para concienciarnos, e incluso disuadirnos de su consumo, porque los mares están llenándose de toneladas de este desecho. También la forma que tenemos de consumir ropa está siendo objeto de estudio.

 La industria  textil es la segunda más contaminante del planeta. Hasta los propios productores se están haciendo conscientes del problema. La tendencia creada por Zara, hace dos décadas, de cambio de ropa semanal, ha movido al resto de las grandes cadenas  y se fabrican la friolera de 80.000 millones de prendas al año, para lo cual se necesitan toneladas de petróleo. Hemos convertido la ropa en algo perecedero, lo que empieza a generar un gran problema sobre todo por la dificultad para deshacerse de ella. Se estima qué su reciclaje debería tratarse como el de las baterías.

 Es por esto que algunas empresas y diseñadores se han puesto manos a la obra, sintiéndose comprometidos con el planeta o porque están viendo otra oportunidad comercial, de cualquier forma la noticia es buena en sí misma, otra parte es cómo vamos a afrontarlo los consumidores que tan acostumbrados estamos a comprar ropa de forma continua, cuál va ha ser nuestro nivel de compromiso con el consumo sostenible.

 Para tratar de paliar tanto efecto adverso hay empresas que se dedican a rescatar toneladas de plásticos, con la ayuda de barcos pesqueros en las zonas marítimas de Asia, que es donde más basura se genera. Otras usan sólo algodón orgánico, reutilizan los posos de café, incluso algas cómo puse al principio, porque me pareció muy llamativo. Zapatillas hechas con botellas de plástico y fibras de procedencia renovables. Y es que los seres humanos, cuando nos  ponemos a funcionar en lo que nos importa, le damos bien al ‘coco’ y resolvemos, lo cual resulta esperanzador. 

 De la inquietud de los consumidores, los diseñadores y productores comprometidos nace la moda ética y sostenible. El concepto “slow fashion” ha venido para quedarse, saber con qué material se construye una prenda o calzado, de dónde provienen esas materias primas, y que las condiciones laborales, de las personas que las hacen, sean dignas, empieza a preocuparnos, incluso a fascinarnos a algunos. Que esa inquietud crezca entre los consumidores es la única forma de que los productores se pongan las pilas y cambien el modelo despilfarrador y codicioso actual, para que la Ética y la Estética vayan de la mano.

 Para poder localizarlos existen certificados internacionales que califican el tipo de industria el tipo de materiales que utilizan y como lo obtienen.

Viene el tiempo en el que saber qué quieres vestir, cuánto y qué estás dispuesto a pagar por ello, es nuestra responsabilidad. Nos vemos en el próximo Ayer&Hoy. Buen mes.

Friday 02.01.19
Posted by Guest User
 
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